Especial Edward Norton: American History X (1998) - Tony Kaye

Después del suceso que fue 'Primal fear', Norton se había convertido sin duda en una de las grandes revelaciones de los 90, los críticos se llenaban la boca hablando de él y ya lo catalogaban como el "mejor actor de su generación", afirmación que se hizo incluso más popular después de esta película. Una descarnado y crudo relato que intenta transmitir un mensaje y realizar una denuncia y logra su objetivo de manera redonda, ya que estamos ante un film magistral, filmado de manera estupenda y en el que Norton esta sencillamente ENORME. Vamos con él.

 Una de las mayores virtudes del filme es su historia y su manera de contarla. y podría haber sido un desastre, ya que el mensaje que se intenta transmitir es fuerte y podría haberse quedado en el mero sermón, pero como el director debutante Tony Kaye (el cual curiosamente después de esto hizo muy pocas películas y ninguna tuvo la repercusión de esta) nos muestra la vida de Danny de manera imparcial y sutil, sin restregar ni tergiversar en ningún momento lo que la película busca transmitir a través de las fuertes y poderosas imágenes que impregnan cada fotograma. .
Porque si, estamos ante un relato que esta llevado al límite del mal rollo, ustedes saben que soy muy fan de las películas de aventuras que solo buscan hacernos pasar un buen rato y que me dan bastante grima los relatos que buscan causar impacto a través de imágenes sangrientas y poco más. Por suerte estamos en una película donde las imágenes crudas se complementan con la historia y su mensaje, así que por mucho pudor que me den los ataques de la banda skinhead, siento que son completamente necesarios para la historia (que salvando la diferencia me hacen recordar bastante a los ataques hechos por los drugos en la magistral ' La naranja Mecánica').

Y menuda historia. Sin dudas aquí el núcleo es la relación entre los dos hermanos Derek y Danny, el vínculo entre ambos y la evolución en su relación es emotiva, autentica y creíble. y el final que se le da es demoledor y deja sin aire al espectador, pero es totalmente lógico con la evolución de la historia.
A ver repasemos, Derek es un personaje extraordinario, un hombre consumido por la furia y el odio debido a la muerte de su padre a mano de unos criminales afroamericanos. Para canalizar todo ese enojo decide unirse a un club skinhead de ideología neonazi, del cual a corto plazo se convierte en uno de los líderes y referentes de este. A pesar de destellar un aire paternal y de ser en teoría un tipazo, toda la ideología nazi nubla su mente y lo convierte en un necio sediento de sangre que no tiene impunidad en denigrar y expulsar a su padrastro judío y de humillar y segregar a... bueno cualquiera que no sea de la raza aria. Como se puede apreciar gracias al fantástico montaje, Derek no es un mal tipo, solo esta confundido, cegado por la ira y con la cabeza llena de mierda a falta de una mejor expresión. Un punto de inflexión para la película y para los personajes es la icónica escena donde finalmente Derek es arrestado, filmada para los dioses, montada de manera extraordinaria y en la que Norton esta pletórico, por Dios. Finalmente podemos ver que gracias a su estadía en la cárcel, donde forja una muy bonita relación con un afroamericano que por fin puede tener paz consigo mismo, pero lo que lo lleva definitivamente a renunciar a todo lo referente al nazismo es que es violado por los otros skinhead con los que comparte prisión, ese es el paso final que hace que decida dejar de lado todo ese mundo y salir de la miseria, bravo.
Luego tenemos a Danny, el cual no es tan complejo ni tan buen personaje como su hermano, pero también tiene lo suyo, es un adolescente que creció marcado por todos los acontecimientos referidos a su hermano y por eso ahora esta decidido a seguir sus pasos. Y Derek, recién llegado de la prisión y con el cerebro completamente lavado no lo va a permitir, no importa si se tiene que pelear con sus viejos amigos, si tiene que dejar herido al líder skinhead o abandonar a su antigua novia, no quiere que el nazismo aparezca nunca más ni en él ni en su familia. Pero lamentablemente no se puede borrar con el codo donde esta manchado con la sangre, no importa todo lo que haga Derek, que se pelee con los skinhead, que deje de lado todo y que tire todos los panfletos nazis que había en su habitación, por mucho que quiera dejar atrás todo, el pasado siempre deja huella, eso queda claro en la magistral escena donde después de bañarse se mira al espejo y observa esa evástica tatuada en su pecho.

Y luego viene el final, donde queda claro que el pasado no se puede dejar atrás tan fácil por muy decidido que uno este a cambiar. Primero ya tenemos un primer golpe cuando Derek, a regañadientes es obligado a ver a dos de sus compañeros nazis y luego... viene el golpe final, la muerte de Danny a manos del afroamericano con el que se había confrontando en primer lugar, un giro demoledor, cruel pero necesario para rematar con el mensaje de la película coronado y redondeado con la cita final del ensayo que Danny preparaba. Guión redondo y perfectamente atado.
Queda hablar de los aspectos técnicos, la dirección del debutante Tony Key es magistral, dando el clavo con el ambiente y la atmósfera que quiere transmitir el filme a lo que también aporta la fantástica fotografía tanto cuando es a color como en las escenas en blanco y negro. Las actuaciones son todas muy buenas (incluso un actor tan limitado como Edward Furlong esta mas que bien) pero lo de Norton aquí es sencillamente extraordinario, sus miradas, su magnetismo, sus gestos, es una actuación dignas de los grandes. Mucha polémica se ha instaurado debido a que muchos dicen que mereció ganar el Oscar al que estuvo nominado en 1998, no disiento para nada aunque tampoco reniego de que haya ganado Carlo Benigini por 'La vida es bella'.
En fin, estamos ante una película magistral la cual además de transmitir un mensaje contundente y muy interesante cuenta de manera magistral una historia turbia y llena de emociones. Las actuaciones, la fotografía y la dirección son los platos fuertes de una película imperdible para cualquier cinéfilo y con una trascendencia fundamental para los filmes de denuncia. Magistral.

                      PUNTAJE FINAL: 9/10