Continuamos con el especial "Proletarios del mundo...", se que anduve ausente estos días pero es que la época de finales en la Facultad es una etapa difícil y me ha consumido bastante tiempo. Bueno, eso ahora no importa porque aquí les traigo este artículo dedicado a la adaptación cinematográfica de la Obra Maestra que el gran George Orwell escribió en 1949. Un libro devastador y contundente que sirvió como piedra basal para inspirar millones de novelas con futuros distópicos y hoy a 66 años de su publicación, sus principios se mantienen mas que vigentes en un mundo que poco y nada cambió desde aquel entonces. Con todos esos preámbulos sin dudas la adaptación que se estreno en el mismo año que presagiaba la novela la tenía muy difícil, ya que que trasladar todo el mundo y toda la densidad del relato de Orwell a un guión cinematográfico sin dudas no sería fácil. ¿Lograrán estar a la altura de la novela o se quedaran en un mero intento? Tras el salto, spoliers
Sin dudas estamos a una película con mucho claroscuros, que no llega a cumplir todo lo que se propone y que se queda a medias en lograr adaptar con éxito un material de base tan destacado. Y el gran problema de esto, es que al filme le cuesta mucho despegarse de la sombra del material literario, al cual sin ningún tipo de dudas es muy fiel eso es cierto ya que hay escenas y diálogos calcados pero al mantenerse tan estructurado y rígido ante su fuente original no siento toda la carga ideológica ni el mensaje contundente hacía el Gran Hermano que Orwell si nos transmitía en la novela.
Para empezar me parece una idea bastante torpe darle una responsabilidad de adaptar un material tan grande a un director novel como Michael Radford (el cual después de esto dirigió otros filmes intrascendentes como 'El mercader de Venecia' o el remake americano de 'Elsa y Fred') ya que a pesar de que la atmósfera y la ambientación son realmente excelentes (una sociedad sucia y decrépita con telepantallas del Gran Hermano siguiéndote constantemente sin dudas esta genialmente adaptado), el montaje es pésimo y las transiciones entre escenas son demasiados bruscas, ni hablar de la dirección de actores...
Es que la relación entre Winston y Julia es lo que más ha sufrido a la hora de ser traspasado a la pantalla grande, sus escenas son demasiado breves y solo se encargan de asentar el deseo que sienten ambos pero tiran a la basura toda la carga ideológica que había en sus diálogos, en ningún momento sentimos el deseo de ambos de revelarse contra ese ente monstruosos que es el Gran Hermano y en ningún momento llegamos a observar esos tintes revolucionarios y revisionistas que ambos personajes si tenían en las novelas (siendo una adaptación tan fiel a la novela resulta que omitieron la parte más importante). Y los actores realmente se ven perdidisimos a la hora de decir sus líneas de guión, John Hurt es un gran actor y físicamente da al clavo a la descripción de su personaje en la novela, pero se ve desorientadisimo y sin una clara dirección a la hora de citar los diálogos del guión. Por otro lado, la actriz que encarna a Julia logra rescatar algunos de los matices que componían a su personaje en la novela, pero su importancia se ve absurdamente reducida por lo cual queda en la nada. De más decir esta decir que la química entre ambos es nula.
Siguiendo con lo negativo (pobre filme, se esta comiendo varios palos) hay dos elementos de la novela que han sido penosamente adaptados, las ensoñaciones del protagonista y la importancia de O'Brien. En el primer caso los momentos oníricos, que tan importantes y reveladores eran en la novela aquí, debido al flojo montaje, están insertados de manera absurda y solo sirven para detener la película. Después, el personaje de O'Brien tiene un rol insultantemente acotado en el cual nunca sabemos su importancia, ni siquiera se menciona su nombre y no aparece ni se le menciona hasta el último tercio de película.
En fin, vamos con los aspectos positivos que también los tiene a pesar de que lo negativo pese y mucho. La ambientación es sencillamente perfecta, el mundo descrito por Orwell en la novela encuentra su máxima expresión en el fantástico diseño de producción y la fotografía del genial Roger Deakins (habitual director de fotografía de los Coen y Sam Mendes, el cual debutó con este filme). La escena inicial de la conferencia del Gran Hermano y los 2 minutos de odio es realmente muy buena, ya que esta hermosamente filmada, derrocha atmósfera y da un pantallazo general excelente de la situación en la que vive ese mundo distópico regido por ese ente devorador y presenta de manera ideal a los protagonistas, si la película hubiera seguido la sintonía de esa escena sin dudas estaríamos ante un filme mucho más notable.
Y también cabe destacar que el tercio final, en el que llegamos a la fase en la que O'Brien tortura a Winston forzándolo a apoyar al Partido y al Gran Hermano esta bien adaptada y se nos transmite la angustia y la desesperación que nuestro personaje se ve obligado a sufrir con el precio de tener que apoyar a los malos por obligación dejando atrás toda su identidad y sus ideas. También suma mucho el hecho de que John Hurt mejora mucho su perfomance en esta sección y Richard Burton se encuentra sencillamente brutal en el papel de verdugo.
En fin, no hay mucho más que acotar. Estamos ante una película que efectivamente se deja ver y tiene dentro de todo ciertas ambiciones pero se queda muy a medias a la hora de transmitir ese contenido revolucionario del mundo de Orwell. Ese mundo frío donde el autoritarismo ha conquistado el mundo y no permite la libre expresión de sus pensamientos ni de sus sentimientos, donde enamorarse esta prohibido y nos vemos despojados de todo aquellos que nos hace humanos. A pesar de que lentamente los gobiernos que causaron paranoía y represión esten volviendo al poder, nos encontraran más unidos y organizados que nunca, porque como bien dijo el autor en su novela "si hay alguna esperanza esta en los proles".
PUNTAJE FINAL: 6/10
Sin dudas estamos a una película con mucho claroscuros, que no llega a cumplir todo lo que se propone y que se queda a medias en lograr adaptar con éxito un material de base tan destacado. Y el gran problema de esto, es que al filme le cuesta mucho despegarse de la sombra del material literario, al cual sin ningún tipo de dudas es muy fiel eso es cierto ya que hay escenas y diálogos calcados pero al mantenerse tan estructurado y rígido ante su fuente original no siento toda la carga ideológica ni el mensaje contundente hacía el Gran Hermano que Orwell si nos transmitía en la novela.
Para empezar me parece una idea bastante torpe darle una responsabilidad de adaptar un material tan grande a un director novel como Michael Radford (el cual después de esto dirigió otros filmes intrascendentes como 'El mercader de Venecia' o el remake americano de 'Elsa y Fred') ya que a pesar de que la atmósfera y la ambientación son realmente excelentes (una sociedad sucia y decrépita con telepantallas del Gran Hermano siguiéndote constantemente sin dudas esta genialmente adaptado), el montaje es pésimo y las transiciones entre escenas son demasiados bruscas, ni hablar de la dirección de actores...
Es que la relación entre Winston y Julia es lo que más ha sufrido a la hora de ser traspasado a la pantalla grande, sus escenas son demasiado breves y solo se encargan de asentar el deseo que sienten ambos pero tiran a la basura toda la carga ideológica que había en sus diálogos, en ningún momento sentimos el deseo de ambos de revelarse contra ese ente monstruosos que es el Gran Hermano y en ningún momento llegamos a observar esos tintes revolucionarios y revisionistas que ambos personajes si tenían en las novelas (siendo una adaptación tan fiel a la novela resulta que omitieron la parte más importante). Y los actores realmente se ven perdidisimos a la hora de decir sus líneas de guión, John Hurt es un gran actor y físicamente da al clavo a la descripción de su personaje en la novela, pero se ve desorientadisimo y sin una clara dirección a la hora de citar los diálogos del guión. Por otro lado, la actriz que encarna a Julia logra rescatar algunos de los matices que componían a su personaje en la novela, pero su importancia se ve absurdamente reducida por lo cual queda en la nada. De más decir esta decir que la química entre ambos es nula.
Siguiendo con lo negativo (pobre filme, se esta comiendo varios palos) hay dos elementos de la novela que han sido penosamente adaptados, las ensoñaciones del protagonista y la importancia de O'Brien. En el primer caso los momentos oníricos, que tan importantes y reveladores eran en la novela aquí, debido al flojo montaje, están insertados de manera absurda y solo sirven para detener la película. Después, el personaje de O'Brien tiene un rol insultantemente acotado en el cual nunca sabemos su importancia, ni siquiera se menciona su nombre y no aparece ni se le menciona hasta el último tercio de película.
En fin, vamos con los aspectos positivos que también los tiene a pesar de que lo negativo pese y mucho. La ambientación es sencillamente perfecta, el mundo descrito por Orwell en la novela encuentra su máxima expresión en el fantástico diseño de producción y la fotografía del genial Roger Deakins (habitual director de fotografía de los Coen y Sam Mendes, el cual debutó con este filme). La escena inicial de la conferencia del Gran Hermano y los 2 minutos de odio es realmente muy buena, ya que esta hermosamente filmada, derrocha atmósfera y da un pantallazo general excelente de la situación en la que vive ese mundo distópico regido por ese ente devorador y presenta de manera ideal a los protagonistas, si la película hubiera seguido la sintonía de esa escena sin dudas estaríamos ante un filme mucho más notable.
Y también cabe destacar que el tercio final, en el que llegamos a la fase en la que O'Brien tortura a Winston forzándolo a apoyar al Partido y al Gran Hermano esta bien adaptada y se nos transmite la angustia y la desesperación que nuestro personaje se ve obligado a sufrir con el precio de tener que apoyar a los malos por obligación dejando atrás toda su identidad y sus ideas. También suma mucho el hecho de que John Hurt mejora mucho su perfomance en esta sección y Richard Burton se encuentra sencillamente brutal en el papel de verdugo.
En fin, no hay mucho más que acotar. Estamos ante una película que efectivamente se deja ver y tiene dentro de todo ciertas ambiciones pero se queda muy a medias a la hora de transmitir ese contenido revolucionario del mundo de Orwell. Ese mundo frío donde el autoritarismo ha conquistado el mundo y no permite la libre expresión de sus pensamientos ni de sus sentimientos, donde enamorarse esta prohibido y nos vemos despojados de todo aquellos que nos hace humanos. A pesar de que lentamente los gobiernos que causaron paranoía y represión esten volviendo al poder, nos encontraran más unidos y organizados que nunca, porque como bien dijo el autor en su novela "si hay alguna esperanza esta en los proles".
PUNTAJE FINAL: 6/10
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