Después del suceso de 'Primal fear' y 'American History X' , Norton seguía consolidando su nombre como "Mejor actor de su generación" en estos años previos al nuevo milenio. Y es tremendamente simbólico y significativo que en 1999 último año de una década marcada por el consumismo, la frivolidad y con la sociedad sufriendo las monstruosas consecuencias de un sistema que nos termino tragando (sin ir más lejos, a Argentina en el 2001) saliera una película que criticara sin ningún tipo de impunidad y sin ningún tipo de mesura todo lo nombrado anteriormente.
Una película con esas aspiraciones no podía quedarse a medias, necesitaba tener un director y un elenco a la altura de las circunstancias, por lo cual la elección de David Fincher (que había tenido el suceso de 'Se7en') y un reparto estelar conformado por el querido Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter se prestaba como ideal para adaptar una novela tan salvaje y que al mismo tiempo las productoras consigan reparar gastos en taquilla. Igualmente como era de esperar el rodaje fue caótico, la violencia y la crítica social del filme era demasiado turbia para los estudios corporativos hollywodenses, los cuales constantemente intentaban boicotear la visión absolutamente anárquica que Fincher quería darle a la historia.
Por suerte el director consiguió imponer su visión y la película se estrenó con pocos cambios, obviamente fue vapuleada por la crítica corporativa yankee y obtuvo un muy tibio resultado en taquilla, pero el tiempo y el público gracias a Dios la reconoció con el tiempo y hoy en día es considerada una obra de culto y de inspiración.
Y como para no si estamos ante una película totalmente única la cual destroza sin ningún tipo de impunidad y sin quedarse en medias tintas en nada, la sociedad consumista que parecía tragar la humanidad del hombre durante los años 90. Una obra maestra en la que Fincher y Norton están desatados y su dirección y su actuación respectivamente son sencillamente una locura. Vamos a ponernos con ella.
Lo más interesante del filme y lo que me más me llamó la atención la primera vez que lo vi, es que en ningún momento el espectador puede predecir en absoluto lo que puede llegar a pasar. El hilo argumental de la película, se va formando y moldeando a medida que nos interiorizamos en la mente y cuerpo del personaje de Edward Norton (el cual nunca da su nombre y solo de a ratos se hace llamar Jack). Una elección mas que acertada tanto del guionista como de Fincher, de que en todo el tiempo estemos en la misma situación del personaje principal, estamos totalmente metidos en su cabeza y estamos tan perdidos y confusos como él, de hechos en los primeros 30 minutos no sabemos nada sobre un tal "Club de la pelea" ni ha aparecido Brad Pitt, simplemente estamos tan absortos y metidos en la película que estamos dispuestos a ir donde nos lleve.
Y como vemos estamos en la mente de un hombre totalmente tragado por el consumismo y absorto por un empleo que odia, sintiendo su vida extremadamente vacía y sin ninguna motivación que lo lleve a seguir adelante, por más que en su laburo gane bien y tenga un departamento bastante bonito, nada de eso lo llena, por lo tanto no puede dormir, el insomnio lo carcome y empieza a tener visiones muy extrañas (relativas a una cueva y un pinguino). Incluso todo esto es llevado al extremo bizarro, de que para sentir algo, para tener una sensación de tristeza, odio o resentimiento tenga que asistir a grupos de autoayuda, para sentir el dolor de gente que realmente esta sufriendo. Como vemos, el personaje de Norton esta muy jodido, tan absorto en el sistema, viviendo de una manera tan robótica su vida que la única manera en la que puede expresar un sentimiento real y verdadero es compadenciendose de gente que realmente sufre. Así es como va apareciendo en las reuniones una figura repetida que asiste a todos las reuniones de autoayuda, una nihilista y psicótica mujer con un atractivo raro llamada Marla Singer, con la cual queda tremedamente enganchado, aunque no lo quiera admitir, más tarde volveremos con esto.
Después de los primeros 30 minutos, esenciales para asentar la estabilidad mental de nuestro personaje protagonista/narrador, es que empiezan los verdaderos conflictos, todo por la aparición de...
Tyler Durden, el personaje más mítico de la película, el más significativo en cuanto a la ideología anti-consumismo y el que tiene las mejores líneas. Con su aparición fugaz en un vuelo en el que Norton "casualmente" pierde sus valijas y su apartamento estalla por una fuga de gas, es en la que el protagonista se reencuentra con él y en la que ambos empiezan a hablar y a ver que comparten la misma visión del mundo y es tal la conexión que ambos tienen, que después del incidente del apartamento, deciden vivir juntos.
Así en un extraño momento donde Durden le pide a Norton que le pegue con toda su fuerza, con un posterior enfrentamiento entre ambos que deriva en mucha gente sumándose a la pelea se empieza a formar lo denominado como "El club de la pelea" y aquí es donde todo lo asentado durante los primeros 30 minutos empieza a cobrar sentido y a seguir llevando hacía el posterior giro final, al cual ya llegaremos. Así Norton empieza a seguir con una alegría inmensa y por fin sintiéndose vivo, la filosofía de vida totalmente nihilista y anti consumismo que tiene Tyler, asistiendo a su propio trabajo lastimado, machucado pero con más seguridad y eficiencia y vemos como más y más gente empieza a sumarse y a prenderse a la onda del "club de la pelea". Es realmente fascinante como se exploran la capacidad de la mente humana cuando no hay nada que los motive a pelear, cuando una generación crece engañada creyendo que iban a ser millonarios y superhéroes manipulados por los medios, por las corporaciones, por las marcas y por comprar lo último que este a la moda porque si no estas en onda, tu último escape a la realidad sea matarte a piñas en un bar clandestino es porque realmente el mundo estaba loco, es una forma realmente extrema, loca y genial de pintar a la sociedad occidental consumista de la nefasta década de los 90.
Es ahí donde la película empieza lentamente, aprovechando el crecimiento y la constante masividad de "El club de la pelea" que el filme empieza a meterse en terrenos cada vez más chungos y difíciles de tocar con tacto, ya que el club que Tyler había propiciado para que la gente pueda descargar su ira y escapar de la nefasta realidad empieza a transformarse lentamente en un grupo terrorista dispuesto a arrasar todo lo relacionado al imperialismo. Norton al principio, no disiente con la idea, incluso se hace despedir (y cobrando bienes de la empresa por eso) golpeándose a si mismo en una escena BRUTAL y ayudando a Durden a romper autos, a medida que se interioriza en lo que su amigo ha hecho, empieza a despertar, a reflexionar si realmente esta bien lo que están haciendo, desagradandole además de que Tyler le entre como un caballo a Marla, la chica nombrada anteriormente.
Un día que despierta (tanto literal como simbólicamente) descubre que el grupo que empezó siendo un escape a la realidad para descargar el sufrimiento, es un grupo terrorista, hecho y derecho llamado Proyecto Mayhem y buscando una explicación de Tyler, de como se ha llegado a ese extremo, se da cuento que desaparece. Eso lo lleva a atar cabos y a darse cuenta, efectivamente, en el famosisimo y brillante giro de guión de que todo el tiempo él y Tyler eran la misma persona. Ahí reparamos que en ningún momento la película iba sobre Norton cayendo lentamente en el nihilismo y la actitud autodestructiva de Durden, sino que era sobre el personaje principal cayendo lentamente en el hoyo sin fondo de su propia locura, la cual ya había sido asentada en los primeros 30 minutos; el insomnio, la locura y el consumismo han nublado tanto su mente que para lograr todo lo que se propone, vivir en la casa en la quiere vivir (una tapera que se inunda y sin bienes materiales que molesten), acostarse con la mujer con la se quiere acostar (Marla, efectivamente, la cual nunca había sido empomada por Tyler sino por él mismo) y para cumplir todas las metas y lograr conseguir vivir en el mundo como él quiere vivir, se creo otra personalidad, la cual se ve como el se quiere ver, trabaja en lo que quiere trabajar y hace todo lo que quiere ser, sin dejar de lado su verdadera personalidad, la cual asoma de a ratos pero que lentamente, empezaba a transformarse sin aparición de Brad Pitt de por medio, en Tyler Durden. Como ven, un giro brillante, coherente y demoledor, de los mejores de la historia del cine.
Aquí gracias a Dios Norton despierta, se da cuenta después de desgracias y de lastimar mucha gente de que a pesar de que el capitalismo sea una mierda y el consumismo trague la personalidad de las personas sustituyéndola por banalidades, el nihilismo y el terrorismo no es la solución a nada intenta deshacerse de su otro yo, Tyler.
Así llegamos a la mítica escena final donde Norton, después de tirarse un tiro en la garganta, asesinando de esa manera a Tyler, observa con Marla la destrucción de todos los edificios corporativos de Nueva York, consiguiendo salvarse de su propia locura y logrando advertir a todos las personas que estaban dentro de ellos para salieran ilesos (audiocomentario de Fincher en el DVD) .
Queda hablar de las actuaciones y de las cuestiones técnicas. El primer apartado es sencillamente perfecto, todos los actores bordan sus papeles y se mimetizan a la perfección por ellos, especialmente nuestro querido Norton el cual esta magnético y camaleónico como de costumbre y Brad Pitt el cual destella carisma y brilla diciendo todas las líneas de su magnífico personaje. Y en lo técnico es magistral, la dirección loca y hiperkinetica de Fincher da al clavo brillantemente con la locura de la historia, aportando mucho la fotografía con colores saturados y psicódelicos.
En fin, estamos ante una obra monumental y osada como pocas, la cual me parece junto con 'American Beauty' (coincidencia, ambas salieron el mismo año) la mejor crítica que se le haya hecho a la sociedad occidental dentro de un medio audiovisual, una joyita digna de estudio en cuanto a interpretaciones, dirección, montaje y guión. De mis pelis favoritas, gente.
PUNTAJE FINAL: 10/10
Una película con esas aspiraciones no podía quedarse a medias, necesitaba tener un director y un elenco a la altura de las circunstancias, por lo cual la elección de David Fincher (que había tenido el suceso de 'Se7en') y un reparto estelar conformado por el querido Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter se prestaba como ideal para adaptar una novela tan salvaje y que al mismo tiempo las productoras consigan reparar gastos en taquilla. Igualmente como era de esperar el rodaje fue caótico, la violencia y la crítica social del filme era demasiado turbia para los estudios corporativos hollywodenses, los cuales constantemente intentaban boicotear la visión absolutamente anárquica que Fincher quería darle a la historia.
Por suerte el director consiguió imponer su visión y la película se estrenó con pocos cambios, obviamente fue vapuleada por la crítica corporativa yankee y obtuvo un muy tibio resultado en taquilla, pero el tiempo y el público gracias a Dios la reconoció con el tiempo y hoy en día es considerada una obra de culto y de inspiración.
Y como para no si estamos ante una película totalmente única la cual destroza sin ningún tipo de impunidad y sin quedarse en medias tintas en nada, la sociedad consumista que parecía tragar la humanidad del hombre durante los años 90. Una obra maestra en la que Fincher y Norton están desatados y su dirección y su actuación respectivamente son sencillamente una locura. Vamos a ponernos con ella.
Lo más interesante del filme y lo que me más me llamó la atención la primera vez que lo vi, es que en ningún momento el espectador puede predecir en absoluto lo que puede llegar a pasar. El hilo argumental de la película, se va formando y moldeando a medida que nos interiorizamos en la mente y cuerpo del personaje de Edward Norton (el cual nunca da su nombre y solo de a ratos se hace llamar Jack). Una elección mas que acertada tanto del guionista como de Fincher, de que en todo el tiempo estemos en la misma situación del personaje principal, estamos totalmente metidos en su cabeza y estamos tan perdidos y confusos como él, de hechos en los primeros 30 minutos no sabemos nada sobre un tal "Club de la pelea" ni ha aparecido Brad Pitt, simplemente estamos tan absortos y metidos en la película que estamos dispuestos a ir donde nos lleve.
Y como vemos estamos en la mente de un hombre totalmente tragado por el consumismo y absorto por un empleo que odia, sintiendo su vida extremadamente vacía y sin ninguna motivación que lo lleve a seguir adelante, por más que en su laburo gane bien y tenga un departamento bastante bonito, nada de eso lo llena, por lo tanto no puede dormir, el insomnio lo carcome y empieza a tener visiones muy extrañas (relativas a una cueva y un pinguino). Incluso todo esto es llevado al extremo bizarro, de que para sentir algo, para tener una sensación de tristeza, odio o resentimiento tenga que asistir a grupos de autoayuda, para sentir el dolor de gente que realmente esta sufriendo. Como vemos, el personaje de Norton esta muy jodido, tan absorto en el sistema, viviendo de una manera tan robótica su vida que la única manera en la que puede expresar un sentimiento real y verdadero es compadenciendose de gente que realmente sufre. Así es como va apareciendo en las reuniones una figura repetida que asiste a todos las reuniones de autoayuda, una nihilista y psicótica mujer con un atractivo raro llamada Marla Singer, con la cual queda tremedamente enganchado, aunque no lo quiera admitir, más tarde volveremos con esto.
Después de los primeros 30 minutos, esenciales para asentar la estabilidad mental de nuestro personaje protagonista/narrador, es que empiezan los verdaderos conflictos, todo por la aparición de...
Tyler Durden, el personaje más mítico de la película, el más significativo en cuanto a la ideología anti-consumismo y el que tiene las mejores líneas. Con su aparición fugaz en un vuelo en el que Norton "casualmente" pierde sus valijas y su apartamento estalla por una fuga de gas, es en la que el protagonista se reencuentra con él y en la que ambos empiezan a hablar y a ver que comparten la misma visión del mundo y es tal la conexión que ambos tienen, que después del incidente del apartamento, deciden vivir juntos.
Así en un extraño momento donde Durden le pide a Norton que le pegue con toda su fuerza, con un posterior enfrentamiento entre ambos que deriva en mucha gente sumándose a la pelea se empieza a formar lo denominado como "El club de la pelea" y aquí es donde todo lo asentado durante los primeros 30 minutos empieza a cobrar sentido y a seguir llevando hacía el posterior giro final, al cual ya llegaremos. Así Norton empieza a seguir con una alegría inmensa y por fin sintiéndose vivo, la filosofía de vida totalmente nihilista y anti consumismo que tiene Tyler, asistiendo a su propio trabajo lastimado, machucado pero con más seguridad y eficiencia y vemos como más y más gente empieza a sumarse y a prenderse a la onda del "club de la pelea". Es realmente fascinante como se exploran la capacidad de la mente humana cuando no hay nada que los motive a pelear, cuando una generación crece engañada creyendo que iban a ser millonarios y superhéroes manipulados por los medios, por las corporaciones, por las marcas y por comprar lo último que este a la moda porque si no estas en onda, tu último escape a la realidad sea matarte a piñas en un bar clandestino es porque realmente el mundo estaba loco, es una forma realmente extrema, loca y genial de pintar a la sociedad occidental consumista de la nefasta década de los 90.
Un día que despierta (tanto literal como simbólicamente) descubre que el grupo que empezó siendo un escape a la realidad para descargar el sufrimiento, es un grupo terrorista, hecho y derecho llamado Proyecto Mayhem y buscando una explicación de Tyler, de como se ha llegado a ese extremo, se da cuento que desaparece. Eso lo lleva a atar cabos y a darse cuenta, efectivamente, en el famosisimo y brillante giro de guión de que todo el tiempo él y Tyler eran la misma persona. Ahí reparamos que en ningún momento la película iba sobre Norton cayendo lentamente en el nihilismo y la actitud autodestructiva de Durden, sino que era sobre el personaje principal cayendo lentamente en el hoyo sin fondo de su propia locura, la cual ya había sido asentada en los primeros 30 minutos; el insomnio, la locura y el consumismo han nublado tanto su mente que para lograr todo lo que se propone, vivir en la casa en la quiere vivir (una tapera que se inunda y sin bienes materiales que molesten), acostarse con la mujer con la se quiere acostar (Marla, efectivamente, la cual nunca había sido empomada por Tyler sino por él mismo) y para cumplir todas las metas y lograr conseguir vivir en el mundo como él quiere vivir, se creo otra personalidad, la cual se ve como el se quiere ver, trabaja en lo que quiere trabajar y hace todo lo que quiere ser, sin dejar de lado su verdadera personalidad, la cual asoma de a ratos pero que lentamente, empezaba a transformarse sin aparición de Brad Pitt de por medio, en Tyler Durden. Como ven, un giro brillante, coherente y demoledor, de los mejores de la historia del cine.
Aquí gracias a Dios Norton despierta, se da cuenta después de desgracias y de lastimar mucha gente de que a pesar de que el capitalismo sea una mierda y el consumismo trague la personalidad de las personas sustituyéndola por banalidades, el nihilismo y el terrorismo no es la solución a nada intenta deshacerse de su otro yo, Tyler.
Así llegamos a la mítica escena final donde Norton, después de tirarse un tiro en la garganta, asesinando de esa manera a Tyler, observa con Marla la destrucción de todos los edificios corporativos de Nueva York, consiguiendo salvarse de su propia locura y logrando advertir a todos las personas que estaban dentro de ellos para salieran ilesos (audiocomentario de Fincher en el DVD) .
Queda hablar de las actuaciones y de las cuestiones técnicas. El primer apartado es sencillamente perfecto, todos los actores bordan sus papeles y se mimetizan a la perfección por ellos, especialmente nuestro querido Norton el cual esta magnético y camaleónico como de costumbre y Brad Pitt el cual destella carisma y brilla diciendo todas las líneas de su magnífico personaje. Y en lo técnico es magistral, la dirección loca y hiperkinetica de Fincher da al clavo brillantemente con la locura de la historia, aportando mucho la fotografía con colores saturados y psicódelicos.
En fin, estamos ante una obra monumental y osada como pocas, la cual me parece junto con 'American Beauty' (coincidencia, ambas salieron el mismo año) la mejor crítica que se le haya hecho a la sociedad occidental dentro de un medio audiovisual, una joyita digna de estudio en cuanto a interpretaciones, dirección, montaje y guión. De mis pelis favoritas, gente.
PUNTAJE FINAL: 10/10
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