Era a principio de año, en el mes de enero, se celebraban las elecciones generales en Grecia, los helenos están aferrados a la esperanza de que ganara el alternativo partido de izquierda Syriza. Alexis Tsipras, el Néstor Kirchner heleno, le devolvía la confianza a un pueblo que sufría los efectos de uno de los peores sistemas que conoció este mundo: el neoliberalismo.
25 de enero, Grecia nos daba la sorpresa de que Syriza
le había ganado al partido derechista Nueva Democracia. La esperanza de un
cambio se ponía en marcha.
Desde socialdemócratas como Cristina Kirchner hasta
socialistas como Fidel Castro o Nicolas Maduro, felicitaron a Grecia por este
histórico triunfo. Alexis Tsipras, sin dudas era el primer “bolivariano” en
ganar las elecciones en la Europa del mal y del capital. Se afianzaba la
esperanza de ganar las elecciones en España para Pablo Iglesias y su partido
PODEMOS.
“No saldremos de la zona Euro” decía Tsipras, y el KKE
(Partido Comunista griego) nos advertía de una posible traición del nuevo
primer ministro griego. “Sectarios”, asi llamaron los militantes de Syriza,
Podemos y demás partidos de nueva izquierda europea, por no apoyar a Tsipras.
Tsipras, comenzó aplicando políticas que intentaron frenar
los desahucios, los recortes y las privatizaciones. Es decir, Tsipras aplico
las mismas medidas políticas que nuestro ex presidente Nestor Kirchner. Sin
dudas, el apoyo del pueblo creció enormemente.
Un tal, Varoufakis, asumía como ministro de economía. Este
hombre no le tenía miedo a la Unión Europea, y la desafío como un campeón.
Syriza, demostraba una vez más que SI se puede. Pero La Troika no soporto esta
burla de Grecia, y apretó al gobierno de Tsipras, obligándolo a pagar la
deuda o aceptar un nuevo rescate.
Tsipras, típico de zurdo, volvió a desafiar al poder de la UE y llamo a
referéndum para decidir si SI o NO aceptaban las políticas de austeridad que
proponía la Troika. Syriza en esta no estaba solo, los partidos de izquierda
dura, como el KKE, llamaron a votar por el NO, pero volvieron a mostrarse crítico
con el gobierno. Sin dudas fue un amplio triunfo del NO, y Grecia celebraba
esta enorme victoria. Presidentes y figuras de la política latinoamericana, entre
ellos Fidel Castro, felicitaron a Tsipras por esta enorme victoria. Y tengo que
confesar que yo también confié y apoye en esta decisión a Syriza.
Atenas era una fiesta, bueno todo Grecia era una fiesta.
Todos creíamos que Syriza había derrocado al capital financiero. Bueno todos
no, los comunistas del KKE y los de extrema izquierda no se tragaron esta
decisión de Syriza, y volvían a hablar de traición. Que pueden saber estos
sectarios, no? Bueno acá se viene la parte jodida de la historia, esa parte donde
uno decide si enfrentarse a muerte al enemigo o rendirse ante sus pies. Y,
adivinen qué? Si, los “sectarios” y “extremistas” del KKE, y demás comunistas
del mundo que no creyeron en Tsipras, tenían toda la razón, Tsipras substituye
a su ministro de economía Varoufakis por uno más moderado, traiciona al pueblo
heleno, se caga en el referéndum y termina aceptando el 3er rescate de la
Troika, es decir acepto aplicar una política neoliberal, basadas en recortes,
privatizaciones, desahucios, etc, que a su vez traen mas inflación, desempleo,
pobreza y bueno, todo eso que los latinos vivimos en la década pasada. Tsipras,
se arrodillo ante el poder europeo, vendió sus principios y paso de ser el
Kirchner griego, a ser el De La Rua griego.
Bien podía terminar aquí la historia… pero no, hay más, aun.
Presionado por los capitalistas y por los partidos opositores tanto de derecha
como de izquierda, Alexis Tsipras,
decide renunciar a su cargo como primer ministro griego y llamar a elecciones
en septiembre de este año. Triste, no? La verdad, muy, muy triste el final de
Tsipras. Pero bueno, no hay que echarle toda la culpa a él. El intento hacer lo
mejor que pudo, pero lamentablemente por la vía equivocada y así termino, como
un simple socialdemócrata que busco un cambio que jamás llego.
Esta mala experiencia de Tsipras y Syriza no dejan como
ejemplo que si al capital financiero y sus buitres no le mostras los dientes,
ellos te devoran primero. Nos deja como ejemplo que no se puede confiar en el
neoliberalismo, pero ni tanto así, nada. Pero ojo, que todavía esta España,
otro país en crisis capitalista. Esperemos que la derrota de Syriza sirva de
ejemplo para Podemos y para Ahora en Común, las dos fuerzas de izquierda que
buscan el cambio en su país. En caso de que se repita en España lo ocurrido en
Grecia, solo quedaran dos opciones, que se resumen en una vieja frase de Rosa
Luxemburgo: Socialismo o Barbarie.
Hasta la Victoria siempre. Venceremos!
-Brian Panizza-
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